lunes, 28 de noviembre de 2011

Fairytales don't happen overnight

DAREL
Suena el despertador y su imagen desaparece. El mismo pitido de cada mañana despertándolo de sus sueños. Lo tira al suelo y se frota los ojos. Hoy se siente más sensible que otras veces. Se levanta y empieza un nuevo día. Se prepara y coloca los cascos en sus oídos. Cuando pasa junto a sus padres solo ve labios moverse, "Rock and Roll" reventaba sus tímpanos. No hay nada más, solo existe esa canción en ese momento. Pero entonces es cuando llega al instituto, ya está sonando Jet, y aparece ella.
Largo cabello castaño muy, muy oscuro, unas botas negras enormes esas que llevaba solo cuando hacia mucho frío (aunque lo que el más adoraba era su ropa de primavera). Su torpeza hasta le parecía adorable. Ella le mira. "Oh, no, por favor que no me haya visto" piensa, mientras la chica sonríe. Su corazón se debatía entre explotar y pararse completamente, solo con una maldita mirada de esa chica. Y no podía entender por qué. A ver, la chica no era nada fea, pero no era una belleza, apenas había hablado con ella y... "Mierda, está viniendo hacia aquí". El chico veía como ella movía los labios, pero se resistía a quitarse los cascos. En ese momento quería huir. "Debo verme ridículo" pensaba. Deseaba que el tiempo se detuviera o que el espacio nunca se redujera, que sucediera como en la paradoja de Zenón y ella nunca le alcanzara. Pero ella lo alcanzó. Agarró con su mano. Como si sintiera un calambre el chico apartó su brazo. Y sus cascos se cayeron sobre su cuello.
- ¿Te pasa algo?
"Que te quiero".

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